Su fabricación se inicio en la década de los ’80 y su mayor ventaja parte de un proceso de producción menos costoso en e que el silicio se funde y se introduce en moldes con los que luego se forman las células. Al utilizar menos materia prima, son más económicos, aunque algo menos eficientes (14% al 16.5%) que los paneles Monocristalinos, sin embargo, esto no es tan importante en aquellos proyectos donde hay espacio disponible o la tensión sea la variable clave.